martes, 20 de febrero de 2007

Votar por Machu Picchu

Yo no sé si aquello de entrar a una página a votar, para determinar cuál será la próxima maravilla del mundo tenga mucho de seriedad y veracidad, porque si es así ya estamos jodidos pues los chinos meterán de todas formas a la Gran Muralla; conque tendríamos menos posibilidades. Ahora yo sigo dudando de si eso tenga algo de seriedad, o sea simplemente que en el trasfondo hay una incitación al uso del Internet, el ingreso a determinada dirección o cosa parecida; con lo cual se tendría que están teniendo gran éxito. Por otro lado, qué determinante puede ser la opinión de la mayoría cuando no se puede saber a ciencia cierta que esa mayoría sea real, yo ya vote mas de 20 veces consignando cuanto correo se me ocurrió y tengo los respectivos certificados (a lo mejor algunos los saque con nombre de alguien de ustedes, mis amigos...jeje); ¿se imaginan, que la mitad de los chinos voten, cada uno 7 veces?.... al final va a resultar que los votos van a ser más que la gente que habita en el planeta (difícil argumentar lo del voto escondido eh, esas mañas, creo, sólo se usan en nuestro país) y los pobres Jordanos con menos de 6 millones de habitantes lo van a tener muy arduo eso de ingresar a la ciudad de Petra en el podio de los siete, peor aun si tenemos en cuenta que poco más del cinco por siento de su población está en situación de casi nómada, es decir, no conoce ni el teléfono. Y ya les cuento que en similar situación estaría el Timbuktu de la República africana de Mali. Así que, más me parece que alguien nos toma el pelo cuando pretende otorgarle un cliché, de “maravilla” a tal o cual monumento, sencillamente con que la gente ingrese a una paginita en Internet, haga clik acá y allá, etc. De eso ser cierto, en realidad, talvez lo que estemos haciendo sea estimular una pronta y mayor depredación, recordemos que Machu Picchu no es un producto renovable y que la sola construcción de un puente que uniría Santa Teresa en La Convención con la ciudadela, ya casi generó el que se le declare como patrimonio en peligro por parte de la UNESCO, con los apremios que eso conllevaría. Está bien estimular el ingreso de divisas pero no a costa de nuestro patrimonio histórico, cada daño que se le ocasiona, ya sea en su estructura o en su ecología, es lastimosamente irreparable. Los tecnócratas andan siempre preocupados con el tema de generar divisas de cualquier modo y de mejorar las macrocifras a como dé lugar, pero ahí es donde se equivocan porque no conjugan su trabajo con la adecuada opinión de los estudiosos del problema que genera la sobre explotación de un recurso, en este caso, turístico; ojala y no atraigamos a cada desadaptado que se le ocurra inscribir su nombre o una declaración de amor con spray en algún muro Inca como ya sucedió antes, ¿no creen?.